Mindfulness mal aplicado puede conllevar el aumento del problema, pero ¿cómo puede estar mal aplicado?
La técnica de mindfulness nos permite centrar nuestra atención y vivir acompañados de nuestros pensamientos, sentimientos, percepciones, recuerdos y demás eventos privados.
¿Qué sucede cuando la finalidad de mindfulness o meditación es otra? ¿Cuándo su función es la de evitar algo que nos molesta continuamente? ¿Algo que es inevitable?
La técnica de mindfulness consiste en centrar la atención de forma que se viva como una experiencia plena y continua cualquier cuestión que ocurra. Para ello se puede trabajar como técnica de exposición a pensamientos y sentimientos que nos hacen «tropezar en la misma piedra» una y otra vez, hasta llegar a aceptarlos, de esta forma tomar distancia y perspectiva para poder integrarlos en nuestro día a día.
Vivir los pensamientos más cerca para poder tenernos más lejos…
¿Pero y cuándo mindfulness se utiliza para evitar?
Cuando esta técnica se utiliza para evitar, para intentar eliminar dichos eventos privados, para desintegrar en lugar de integrar, suele darse el efecto contrario, entrar en una paradoja en la que cuanto menos queremos tener algo más aparece por lo que estamos «apagando el fuego con gasolina».
¿Por qué ocurre?
La explicación parte de nuestros procesos básicos, nuestra atención y nuestra memoria funcionan de forma aditiva, no sustractiva, de ahí que no se pueda dejar de pensar en algo, así se simplemente tendemos a sustituir un pensamiento por otro.
Cuando le pedimos a una persona que no piense en un limón, la persona puede decir que piensa en una manzana, en su coche o en que lo que va a hacer después de la sesión. Si nos paramos a observar, esa persona está realizando un doble esfuerzo, uno para no pensar en el limón y otro para pensar en su sustituto.
Esta estrategia de sustituir nos suele alejar de la solución real y a largo plazo puede ser extremadamente contraproducente, al vivir cambios cuantitativos constantes, pero uno cualitativo enfocado a la solución real.
Y tú, ¿cómo lo practicas? Aquí y ahora
A veces es bueno parar para poder seguir
Aquí y ahora
A veces es bueno parar para poder seguir